¿A quién no le gusta la pasta carbonara? En todo caso a mí me encanta, o mejor dicho ¡me apasiona!.
A base de huevos, bacon y otros ingredientes poco dietéticos (pero que dan a la receta su sabor exquisito), la pasta carbonara es increíblemente fácil de preparar lo que la convierte en la solución perfecta para todas las situaciones: una hambruna a media noche, unos amigos que vienen a comer, una cena romántica,...
Después de unos años probando diferentes recetas, creo que ésta es definitivamente la mejor. Espero que disfrutéis preparándola pero sobre todo comiéndola.
A base de huevos, bacon y otros ingredientes poco dietéticos (pero que dan a la receta su sabor exquisito), la pasta carbonara es increíblemente fácil de preparar lo que la convierte en la solución perfecta para todas las situaciones: una hambruna a media noche, unos amigos que vienen a comer, una cena romántica,...
Después de unos años probando diferentes recetas, creo que ésta es definitivamente la mejor. Espero que disfrutéis preparándola pero sobre todo comiéndola.
Ingredientes para 4 personas
- Media cuchara de postre de mantequilla
- 3 dientes de ajo pelados
- 250 g de bacon o pancetta cortado a tiras
- 6 cucharas soperas de vino blanco
- 4 huevos
- 125 ml de nata líquida
- 100 g de parmesano rayado
- Sal y pimienta
Preparación
En una sartén, fundir la mantequilla a fuego medio. Añadir el bacon y un poco de pimienta. Cuando el bacon empiece a estar crujiente, rallar el ajo por encima. Al cabo de uno o dos minutos, verter el vino y bajar el fuego. Cuando éste se haya evaporado casi por completo, apagar el fuego y guardar la sartén en un sitio caliente.
En un bol, preparar la salsa: batir los huevos, la nata líquida y el parmesano. Salpimentar.
Al mismo tiempo, hacer hervir agua para la pasta con algo de sal. Cuando esté hirviendo, añadir la pasta y dejarla el tiempo indicado en el paquete. Cuando la pasta esté lista, escurrirla y volver a ponerla rápido en la olla para que se mantenga muy caliente.
Verter la salsa a base de huevos sobre la pasta caliente y añadir el bacon y el perejil. Mezclar y servir inmediatamente.
En un bol, preparar la salsa: batir los huevos, la nata líquida y el parmesano. Salpimentar.
Al mismo tiempo, hacer hervir agua para la pasta con algo de sal. Cuando esté hirviendo, añadir la pasta y dejarla el tiempo indicado en el paquete. Cuando la pasta esté lista, escurrirla y volver a ponerla rápido en la olla para que se mantenga muy caliente.
Verter la salsa a base de huevos sobre la pasta caliente y añadir el bacon y el perejil. Mezclar y servir inmediatamente.
Trucos y Consejos
No se debe añadir sal al bacon porque ya está salado. Al salpimentar la salsa a base de huevos y nata líquida, comprobar que haya suficiente sal. El rol de la sal es primordial en la cocina porque de él depende que una preparación esté sabrosa o sosa.
El paso más importante de toda la receta consiste en verter la salsa sobre la pasta cuando todavía está muy caliente porque se aprovecha el calor para cocer los huevos. De no estar suficientemente caliente, los huevos quedarían medio crudos.
Es importante servir la pasta rápido porque las preparaciones a base de nata líquida tienden a secarse con facilidad.
El ajo, el perejil y el vino blanco sirven para condimentar la receta y darle más sabor. Si en el momento de empezar la receta no tenéis alguno de estos ingredientes no os preocupéis, quedará buena igualmente aunque no exquisita...
Si la olla en la que preparáis la pasta tiende a engancharse, podéis añadir un chorrito de aceite junto con la sal para evitar problemas.
Es importante servir la pasta rápido porque las preparaciones a base de nata líquida tienden a secarse con facilidad.
El ajo, el perejil y el vino blanco sirven para condimentar la receta y darle más sabor. Si en el momento de empezar la receta no tenéis alguno de estos ingredientes no os preocupéis, quedará buena igualmente aunque no exquisita...